En primer lugar perseverando en la oración intercesora, para que el Señor siga guiando y usando este ministerio para Su gloria.
Por su propia naturaleza, el Fondo Juan Solé necesita de iglesias y personas identificadas con sus fines, que consideren la posibilidad de apoyar económicamente al mantenimiento del Fondo.
No hay por qué pensar –necesariamente- en grandes donaciones, sino más bien en pequeñas pero constantes aportaciones, que permitan la continuidad en el apoyo a la formación bíblica de hombres y mujeres que quieren servir al Señor desde la comunión y autoridad de las iglesias locales. Una formación siempre indispensable, pero que cada vez tiene unos costes más elevados. |